La edificación que nos ocupa estaba habitada en el momento de llevar a cabo la obra, por lo tanto estaba en perfecto estado de uso. La propiedad decidió llevar a cabo la sustitución de la cubierta debido a su estado de deterioro.
Se trata de una vivienda de dos plantas, con cubierta a cuatro aguas, lo cual deja bajo esta cubierta un espacio destinado a cámara de aire, al que se accede a través de una escalera que arranca de planta primera.
Es una edificación sobria y elegante, ejecutada con muros de carga de piedra como estructura vertical, y forjados y cubierta de madera, como estructura horizontal, con acabado de cubierta en pizarra. Posee un gran corredor en L que abre a dos fachadas de la vivienda y le da la elegancia propia de las construcciones de la época y el entorno
Se trata de una edificación afectada por la normativa de protección de la edificación rural tradicional, por lo tanto se llevó a cabo la sustitución de la cubierta manteniendo la misma forma y pendiente, y respetando en todo momento la edificación original. No se varía la morfología de la cubierta ni el volumen de la edificación.
Dada la buena calidad de los materiales que componían la estructura de la cubierta se optó por mantener los que estuviesen en buen estado, llevando a cabo una limpieza y saneado de todas las piezas, y sustituyendo únicamente las que estaban deterioradas. La misma solución se tomó para los tableros de techo del corredor, que se sanearon y limpiaron en su mayoría.
Además hubo que mantener como acabado de cubierta la pizarra a granel que tenía en el estado original, lo que nos llevó a tener que reciclar todas las piezas posibles y que las nuevas cumpliesen esta premisa.
