Se trata de una pequeña edificación destinada a albergar aperos de labranza. Se desarrolla en tres plantas, cada una con su propio acceso, debido a la acusada pendiente que presenta la finca en la que se asienta. La edificación tiene tres fachadas a vía pública, lo que permite iluminación y ventilación natural desde estas tres fachadas. Aunque cada planta tenga su propio acceso directo desde vía pública, las tres están comunicadas interiormente.
Tiene planta aproximadamente rectangular y cubierta a dos aguas, que vierten a las fachadas noroeste y sureste, siendo ambas espacio público. Dado el estado ruinoso en el que se encontraba la edificación, el proyecto que nos ocupa consistió en la rehabilitación integral del inmueble. Se respetó la estructura existente a base de muro de carga de piedra y la cubierta, que estaba resuelta con estructura de madera y cubrición de pizarra. Se rehabilitó la edificación con la misma tipología, volumetría, dimensiones, materiales… que tenía la construcción en su estado original, respetando así su estado original.
El muro de cerramiento se ejecutó con termoarcilla al interior y muro de carga de piedra al exterior. Las carpinterías son de madera con vidrio simple y la cubierta se ejecutó con estructura de madera y cubrición de pizarra.