En este caso nos contrataron para llevar a cabo el proyecto de derribo de una edificación existente, de tres plantas de altura, que había sido construida de forma muy precaria y con materiales muy básicos, y con el paso de los años y la falta de mantenimiento presentaba un avanzado estado de deterioro, preocupando a la propiedad la posibilidad de que se derrumbase de forma inminente.
El estado de deterioro de la edificación, la mala calidad de los materiales con que ha sido ejecutada y lo deficiente de su ejecución, hizo difícil su acceso y toma de datos. No se pudo acceder a la planta segunda, pudiendo verla únicamente desde la planta primera, y viendo que es semejante a las otras dos en cuanto a superficie. Tampoco se pudieron comprobar las pendientes de la cubierta y la forma de desaguar, más que por inspección ocular.
El destino de la edificación era el de bodega en planta baja, almacén en planta primera y trastero en planta segunda. Tenía cubierta a tres aguas y acceso directo desde vía pública desde tres de sus fachadas, estando su lateral norte adosado a una edificación colindante. Las calles en pendiente hacen que exista un desnivel entre los accesos, de manera que el acceso desde la puerta peatonal está elevado más de un metro con respecto al acceso desde la puerta de garaje.
Los muros de carga perimetrales son de piedra de mampostería en toda la planta baja, excepto en la fachada este, que eran de bloques de hormigón. Estos muros de mampostería se han mantenido una vez llevado a cabo el derribo, puesto que la propiedad pretende construir una vivienda en el solar y quiere respetar dichos muros para que formen parte de la nueva edificación.
Ya nos han encargado este nuevo proyecto, por lo que en breve comenzaremos los trabajos en este solar, construyendo donde una vez derribamos.