Esta obra pretende la continuidad y complemento de la discoteca ÖXI, estudiándose la mayor integración paisajística y mejor ordenación de accesos, tanto exteriores como interiores.
Es una construcción en planta baja, con carácter aislado, que albergará un uso independiente en su funcionamiento, e integrado en el conjunto de la actividad. En este volumen se distribuye el espacio en una sala con iluminación y ventilación orienta al oeste y sobre la que recaen sus anejos funcionales como cocina, servicio de menaje, aseos…
El exterior de la parcela sirve de zona de encuentro y se encuentra distribuida y ordenada de forma que sirva de gran vestíbulo abierto previo a la entrada de ambos edificios, tanto de la discoteca como del restaurante.
La decoración interior sigue el mismo estilo vanguardista que el proyecto de la discoteca, consiguiendo así un diálogo entre ambos edificios.